Chicas, las que saben indican que lo bueno de un par de botas de este tipo (o de cualquier calzado que se salga de lo común) es que podemos permitirnos jugar con nuestro estilo y escaparle quizás a aquello que solemos usar y que nos mantiene dentro de nuestra zona de confort (beige + negro, en mi caso).
– La camisa de jeans es la prenda que relaja a todo el conjunto y le aporta un aire casual aunque canchero a la vez.
– Queremos salir de paseo y no queremos resignar ni comodidad ni estilo. Los jeans son el gran aliado. Todo esto sumado a las botas y a un buen sobre o cartera pequeña resulta en un equipo que mantiene en primer plano nuestro estilo.
– El jeans nos puede y no tenemos por qué decirle adiós al momento de arreglarnos para salir una noche. Con una camisola con transparencia, campera de cuero/simil cuero y bandolera de color como contraste, estamos listas para disfrutar del mejor plan que se nos ocurra.
– Ya sea para ir a la U, a tomar el té con amigas, a la oficina o simplemente para dar una vuelta por el shopping (siempre está en la agenda), el jeans rojo + nuestras botas doradas son un comodín. Volvió la camisa de jeans para que aporte el toque casual ya que si le ponemos otra cosa probablemente será demasiado exagerado para un día cualquiera.
– Amamos los jeans blancos en verano y las botas doradas bajas son un must para combinarlos. Anímense a elegir siempre el denim y asegúrense un look relajado y 100% sable para cualquier momento del día.
Finalmente, y a modo de consejo, les sugiero no combinar el plateado en estos casos. Menos es más y los botines dorados merecen toda la atención.