Expertos sostienen que la raza de perros Carlino o también conocido como Mops, Paï y Pug, fue desde su origen considerada como una raza de lujo, debido a que casi siempre era la compañía elegida por la aristocracia y por lo tanto numerosos ejemplares pasaron a la historia. Entre ellos los famosos ejemplares de marquesa de Pompadour, de Maria Antonieta, de Josefina Bonaparte y de los duques de Windsor.
Aunque el origen de la raza se encuentra en China, su personalidad difiere bastante de las de muchas otras razas del Oriente, debido a que no muestra ningún aire de superioridad.
La buena noticia es que el pug es una raza totalmente única en muchos aspectos y tiene numerosos admiradores, en parte, a su pícaro sentido del humor y a su forma de ser tan irresistible y atractiva.
Los que saben sostienen que el Pug o Carlino es un excelente perro de compañía, inteligente, vivaz, amistoso, cariñoso y sobre todo feliz. Así, esta raza es descrita por algunos aficionados como “la mezcla perfecta de atractivo canino y melancolía”, el Pug tiene la capacidad de mantener inmediatamente entretenidos a sus dueños durante horas sin fin con su personalidad parecida a la de un payaso.
Si tienes hijos tienes que considerarlo: el perro de raza pug es un excelente compañero familiar. Tiene ciertas características muy inusuales entre los perros de su tamaño, sobre todo en lo que respecta a la reactividad y agresividad. En la mayoría de los perros pequeños estas particularidades tienen valores mucho más elevados que en el pug. De hecho, uno de los puntos más remarcables en el carlino es la combinación de su pequeño tamaño y su bajo nivel de reactividad y agresividad.
Cuidado con los problemas de salud: expertos sostienen que el pug es una de las razas llamadas braquicéfalas, lo que significa que tiene una cabeza redondeada y un hocico muy corto con los ojos protuberantes. Por lo tanto, padecen del síndrome braquicefálico, y debido a que su nariz es muy corta, a menudo, sufren disnea (dificultad para respirar), también pueden sufrir de lesiones en la córnea por la irritación constante con el pelo del pliegue nasal.