La ropa de primera capa permite abrigarnos de forma correcta y eficiente. Como su nombre lo infiere es la capa que se encuentra en contacto con la piel. Su principal característica es que nos mantiene secos, evitando el sudor mientras hacemos cualquier actividad en un clima frío, desde caminar hasta escalar o esquiar, de allí la importancia de escoger la primera capa correcta, es decir, hecha del material adecuado para la ocasión. Al mantenernos secos elimina la sensación de humedad e impide que nuestro cuerpo se enfríe.
Podemos encontrar distintas prendas de primeras capas:
1 Las camisetas interiores
Es la primera capa de ropa que utilizaremos para proteger nuestro tronco y brazos. Estas camisetas deberán ser de fibras sintéticas como poliéster, polipropileno o clorofibra, también existen lanas modernas o de última generación que pueden cumplir una buena función como primera capa. Evita las camisetas de algodón ya que absorben el sudor con facilidad y tardan mucho para secarse. Otra cosa que debes tener en cuenta es que la camiseta debe quedarte ajustada al cuerpo para evitar el paso de corrientes de aire.
2 Gorros y balaclavas
Dependiendo de la actividad a ejecutar todo nuestro cuerpo deberá estar protegido, incluso la cabeza y la cara. En este caso se trata de gorros ideales para hacer montañismo a muy bajas temperaturas, hechos de igual forma de materiales especiales que nos protegen del calor y al mismo tiempo de los rayos solares.
3 Prendas inferiores
Estas prendas se usan un poco más sueltas que las camisetas inferiores, su material variará dependiendo de la ocasión y de tus gustos, pero la más usada son las fibras sintéticas como el polar. Otra cualidad que deberían tener es la de cortaviento que evita que nos enfriemos o que nos de calor con los cambios bruscos de temperatura. Estas prendas conservan el calor corporal, aislando la humedad que absorbe de la primera y enviándola hacia la capa externa.
4 Las camisetas livianas
Existen primeras capas no muy gruesas y que al mismo tiempo protegen de los rayos ultravioletas, ya que puede ocurrir que el sol esté sobre nuestras cabezas y la temperatura sea agradable, permitiendo que podamos quedarnos con la primera capa solamente. Suelen usarse para hacer ejercicios o actividades donde sabemos que habrán algún gasto de energía y movimiento constante.