Son muchos las causas por las que llegamos en un momento de la vida a una o dos tallas más de las habituales, bien sea por un embarazo, estrés, problemas o simplemente dejamos de cuidarnos. Sin embargo debes tener claro que nadie debe ser juzgado. Uno de las primeras cosas que debes hacer para lucir bien con tu nueva figura es reconocer tu talla actual, ser sincera contigo misma y aceptarte tal cual eres es fundamental.
En conclusión, evitar la balanza o los espejos no son recomendables, no ignores tu talla actual, tampoco exageres comprando una talla más. La ventaja de conocer tu talla es que podrás comprar prendas armoniosas para tu figura, simplemente eleva tu autoestima y disfruta de observar tu figura.
Pues como de sinceridad se trata al mirarnos al espejo también debemos identificar lo menos agradable de nuestro cuerpo, las caderas, los brazos o aquella guatita prominente. La idea es utilizar todas las herramientas disponibles a tu favor, los colores resultan excelente opción para minimizar o disimular ciertas áreas. Recuerda la prenda perfecta para ti existe sólo debes aprender a conseguirla.
Hoy en día existe un sinfín de opciones entre las tiendas especializadas en tallas grandes hasta las tiendas virtuales que ofrecen de todo y para todos los gustos.