Lo cierto es que la tendencia del graffiti precede un movimiento de expresión urbana que surge en los barrios marginales de New York en la década de los 70, como una forma de protesta en contra del sistema y que tiene por objetivo pintar muros de forma clandestina, dejando siempre el sobrenombre o tag del autor.
Expertos indican que el graffiti se apropia de los espacios generando reacciones y críticas, pero sobretodo un impacto visual.
Así, este maravilloso movimiento ha sido fuente de inspiración y la industria de la moda ha retomado sus elementos característicos para incorporarlos a algunos de sus conceptos.
Marcas como Chanel, Converse, Louis Vuitton, Lenovo y Adidas, ven en esta expresión cultural un motivo de inspiración para el lanzamiento de sus productos.
La historia cuenta que las primeras prendas con motivos pertenecientes a esta expresión, surgen de la misma gente que integraba este movimiento, las cuales buscaban hacer más explícito ese estilo de vida.
Son varios los personajes que han realizado colaboraciones con grandes empresas tomando como inspiración el graffiti. Es el caso de Stephen Sprouse, quien sería uno de los grandes genios diseñadores de la marca Louis Vuitton.
Además, empresas como Tommy Hilfiger, Reebok, Joyrich, NOIR Jewelry, Ligne Blanque, también han lanzado al mercado productos con la estética representativa de Keith Haring.