Si eres como yo y este invierno te decidiste a decorar tu cabeza con un gorro, entonces tienes que leer estas líneas. Lo cierto es que pueden ser de lana, con un gran lazo y un color vistoso. Sí, una cuando lo hace, lo hace a lo grande. ¿Quieres probar suerte? ¡Toma nota!
– El clásico negro de lana. Este tiene que ser sí o sí bien pegado a la cabeza para reforzar un look bien minimalista. Me fascina llevarlo con un total look mínima en negro, blanco y gris oscuro.
– En color claro. Generalmente este complemento se presenta en colores apagados y de toda la vida como el gris oscuro o el negro. Son fáciles de combinar y no destacan mucho. ¿Quieres lograr el efecto contrario? Las versiones en tonalidades crema son para ti.
– Verde, sí. Si eres de las que busca una versión original pero sin llamar mucho la atención opta por tonos a medio camino entre oscuros y claros. El granate o el verde botella son fáciles de combinar, rompen con la monotonía y sientan fenomenal.
– Me encanta de punto ancho. Este tip es muy de lo que se usa ahora. La calle y las grandes pasarelas nos muestran que el punto delgado se está dejando un poco de lado y se viene con todo el punto gordo bien abrigado, no sólo en gorros sino también en bufandas ¡las amo!
– Los oversize a lo Lenny Kravitz también es siempre una buena opción. Me encanta en colores clásicos como el gris melange, verde militar o negro. Llévalo con una chaqueta de cuero, unos pitillos denim y unas flats y estarás lista para cualquier ocasión.